ESTO LO ESCRIBI EL PASADO VERANO. AGOSTO 2010.
Aun recuerdo allá por los 90, cuando empezaba a meterme en este loco mundo de los medios de comunicación, trabajar en la televisión o incluso en la radio era lo mas “cool” del planeta. Nos regalaban cenas allá donde fuéramos. Nos invitaban a la opera y a los conciertos de Vicente Fernández en primera fila. Eran años en los que todavía tenia cierto glamour esta profesión. Aunque no fue precisamente esa la razón por la que me metí en periodismo. A mi lo que me gusta es contar historias y nada mas. De hecho, llevo 17 años en esta profesión, y lo que me sigue importando menos es que me paguen la cena allá donde voy, o que me inviten al VIP de la parranda de turno. Esperar eso a cambio me parece bobo y tontarron.
Pero del tan tan tan… hemos pasado al ton ton ton! Hoy en día, en cuanto te ven el gafete de prensa colgado al cuello, todos salen corriendo despavoridos! Algunos hasta se toman el tiempo de insultarte antes de batirse en retirada: “trabajas para la tele??? Guacala!! Que persona sin escrúpulos ni principios debes de ser!”.
Nadie nos quiere dar entrevista por las calles cuando amablemente les proponemos hablar de un tema de actualidad.Y olvidense de invitaciones al VIP, o un postrecito gratis. Al contrario! En algunos restaurantes hasta te miran mal porque creen que vas con cámara oculta a reportar lo mal que pagan a sus empleados latinos!!
Y digo yo: ni tanto ni tan poco. Estoy de acuerdo que los medios, gracias a paparazos, oportunistas y dizque periodistas, nos hemos ganado cierta reputación, pero me gustaría recordarle a nuestro publico querido que esto es cosa de dos… que “it takes two to tango”, y que no podemos vivir unos sin los otros. Ni la audiencia sin los medios, ni los medios sin la audiencia. Nos necesitamos mutuamente, y somos fiel reflejo los unos de los otros.
Me explico:
Recientemente me toco ir a cubrir varios días el triste caso de Norma López, la jovencita asesinada a la salida de la escuela en Moreno Valley. Al principio, cuando todavía se la buscaba con vida, los de la tele éramos recibidos con alfombra roja: había que difundir esa foto de Norma en todos los canales y a todas horas. Luego llego el golpe duro: el cuerpo sin vida de Norma fue hallado en un descampado…. De golpe, la familia ya no quiso hablar con nosotros. Entendemos, pues estaban muy dolidos. Aun así, sacaron tiempo, energia y valor para dar una exclusiva a un solo canal…
Después, la gente en las calles empezaron a murmurar: “que hacen estos todavía por aquí? Regocijándose en nuestro dolor? A sacar las notas amarillistas? A ver cuando se dan cuenta de que “it’s over.’”
Con toda mi buena educación y paciencia, le explique a dos estudiantes que me hicieron un gesto feo lo siguiente: it’s not over. El asesino de Norma sigue suelto. Este caso no se ha terminado solo porque ya la enterramos. Y si los medios nos vamos… el caso muere. Entonces si será “game over”!
El olvido es el peor enemigo, y la presencia de cámaras, no nos llevemos a engaño, presiona de lo lindo al sheriff y a la policía para que no se duerman en sus escritorios. Si seguimos dando la lata por las calles de Moreno Valley, ojala entiendan los vecinos por que lo hacemos. Y de paso, no digo que nos inviten a cenar, pero si que nos regalen una botellita de agua, una sonrisa o una buena platica. Después de todo, por esas calles hace un calor de infierno, y al final del día, camarógrafos y periodistas somos mera gente trabajadora al servicio del publico. Ni mas, ni menos. Ni somos divas para que se nos pase al VIP, ni tampoco somos monstruos para que so nos saque la vuelta.
La próxima vez que nos veas en la calle, salúdanos. Nos encanta cotorrear y hacer amigos, y prometo que no mordemos.
Al fin y al cabo somos producto y reflejo de la sociedad a la que servimos. Somos el espejo de sus almas. Lo que ustedes quieren ver y apoyan con sus “ratings”, es lo que les damos cada día en los diferentes canales. Ni mas, ni menos.
Y, si… una botellita de agua no estaria mal…